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Historia de la revista Historia de la revista

Archivo Teológico Granadino (ATG) es una revista científica creada en 1938 por la Facultad de Teología de Granada e iniciada por el teólogo jesuita José Antonio de Aldama Pruaño. ATG es un Anuario de Historia de la teología moderna que, como órgano de dicha Facultad, publica estudios sobre la Teología durante el período comprendido entre 1400 y 1900, especialmente de la etapa postridentina.

   Como se decía en el primer número, en ATG “caben todas las ramas a que se extiende la moderna investigación teológica”, aunque siempre ha habido un interés preferente por la escolástica postridentina, vitalmente ligada a España. En aquella época se acudía a Alcalá de Henares y a Salamanca para aprender teología y de ambas ciudades se repartían por todas las tierras los “pensadores de reflexión profunda” renovadores del acceso a la sabiduría divina, su fundamento y su anuncio. En la primera modernidad fue el pensamiento buscado y propuesto desde las universidades ibéricas –las citadas antes, y también las de Coímbra o Évora– el que abrió posibilidades inéditas e insospechadas al diálogo con los saberes de aquel tiempo en todo el mundo. ATG nació de “la necesidad de impulsar los estudios históricos” sobre la teología de toda esa época y sigue impulsándolos desde 1400, los años del final de la crisis eclesiológica tardo medieval y el auge, reforzado tras el concilio de Constanza, del conciliarismo, hasta 1900, es decir el tiempo inmediatamente posterior al primer concilio del Vaticano y la crisis del así llamado modernismo teológico; o sea, de un concilio a otro, de un período de transición fuerte y de renovación teológica a otro.

   De 1952 a 1979 ATG fue publicada en coedición con el Instituto Francisco Suárez (Patronato Raimundo Lulio) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

En la presentación de ATG en 1938 se subrayaba que el período de la escolástica postridentina apenas había comenzado a estudiarse como se merecía, “con un mayor aprecio de la especulación seria sobre las más modernas bases positivas”, y se añadía que “concentrar en él nuestros esfuerzos” tendría un influjo bienhechor en la moderna ciencia teológica. Desde el inicio ATG contó con dos secciones: una consagrada a la investigación histórica y doctrinal, otra de edición de textos inéditos, a veces de reproducción, verificada y contrastada, de documentos de difícil acceso en su lengua original. Como complemento a ambas secciones y como servicio a los investigadores en la Historia de la Teología moderna, en 1939 ATG empezó a publicar una sección bibliográfica sobre cuestiones histórico-teológicas. La consulta y estudio de la colección publicada confirma el valor de aquella primera pretensión y programa de trabajo enunciados en 1938, que se ha mantenido durante ochenta años siguiendo una estructura semejante: estudios, manuscritos y bibliografía. Ésa es su fortaleza y su aportación duradera al trabajo intelectual. Existen índices de los dos primeros periodos, de veinticinco años cada uno: desde 1938 hasta 1962, elaborado por Cándido Pozo y colaboradores, y desde 1963 hasta 1985, elaborado por Antonio Navas. La consulta de los mismos permite acceder a un conjunto documental y científico de primer orden por su carácter especializado y por la originalidad de las fuentes. Por otra parte, las formas más actuales de acceso a la información han permitido que, poco a poco, estuviesen disponibles electrónicamente los números completos desde 2004, y los sumarios desde 1938 hasta la actualidad (2017). Es nuestro propósito ir facilitando el acceso electrónico libre a los años anteriores hasta completar la colección. ATG es el fruto de personas que han dedicado parte de sus vidas con denuedo a cuidar esta revista: los directores, los secretarios de redacción y los consejeros y colaboradores de la misma. Dar a conocer sus nombres es la forma de rendir un tributo a su trabajo. Aunque en la revista como tal apenas aparece alguna alusión de tarde en tarde, sirviéndonos de las publicaciones anuales internas de la Facultad de Teología, hemos podido reconstruir las identidades de la comunidad intelectual que ha estado detrás de ATG.

   Hasta 1945 no aparece ningún nombre como director de ATG, posiblemente porque su iniciador José Antonio de Aldama, era a su vez rector del Colegio Máximo granadino del Sagrado Corazón, que desde el 3 de diciembre de 1939 es Facultad de Teología. Desde otoño de 1945 aparece ya su nombre como director de la revista, hasta 1960, aunque dejando constancia de su condición de profesor de la Universidad Pontificia de Salamanca de 1952 a 1960. A este primer período de 22 años (1938-1960), sigue el del segundo director, Augusto Segovia, que era subdirector desde el otoño de 1957. Su dirección comenzó en otoño de 1959 y concluyó al fallecer él en el verano de 1993. En 1949 se había incorporado como secretario, que también lo era de la Facultad, Manuel Ramírez, permaneciendo hasta 1964, con la ayuda desde 1955 de Andrés Cabello.

   El cambio más relevante, la incorporación de consejeros, acaeció en 1959 con el comienzo de la dirección de ATG por Augusto Segovia. Estos son sus nombres y fechas de referencia como consejeros: Eduardo Moore (19591974), Cándido Pozo (1959-1970), Estanislao Olivares (1959-1965), Ricardo Franco (1960-1965) y Manuel Sotomayor (1963-1972). Tras finalizar el servicio de Manuel Ramírez como secretario de redacción, pasaron a desempeñar tal cometido Estanislao Olivares (1964-1973) y Eduardo Moore (1974-1993).

   En 1990 se incorporó como colaborador José Ignacio Terry, que junto con Eduardo Moore llevó a cabo una notable labor de edición de manuscritos, entre otros del jesuita Diego Ruiz de Montoya. En 1993 Eduardo Moore, pasó a ser director hasta 1995. A éste le sustituyó como director Estanislao Olivares (1995-2003) a quien siguieron Diego M. Molina (2003-2005), Antonio M. Navas (2005-2016), Pablo Ruíz Lozano (2016-2017) y Josep M. Margenat (2017-2019). Desde julio de 2019 es Miguel Córdoba quien asume la dirección editorial de la revista.

   La revista ha ido renovándose progresivamente. En 2016, se introdujeron los resúmenes y las palabras clave de todos los artículos, en castellano y en inglés. Desde el 2017, queremos ofrecer la inmediata difusión de todos los contenidos en la red académica, que permita agilizar las consultas pertinentes. En este mismo año se incorporan algunos cambios que, sin alterar el propósito primero, pretenden mejorar o ampliar la difusión y el contraste académico de nuestra revista.

   Las normas de publicación de originales, los criterios y procesos de evaluación por pares de los originales recibidos y todo lo que afecte a la trasparencia como publicación científica, así como los nombres de los evaluadores de los originales recibidos, el número de éstos y de los eventualmente rechazados o sometidos a revisión y mejora serán publicados a partir de 2018.

   Por todo lo expuesto, ATG hace suyas con naturalidad y con fidelidad algunas de las líneas inspiradoras propuestas por el santo padre Francisco en la constitución apostólica Veritatis gaudium (8-XII-2017): queremos continuar con la tarea exigente para la teología, de transmitir el río vivo de la Tradición, de un Evangelio que se encarna de manera siempre nueva y acompaña transiciones difíciles. En ellas la investigación teológica, como afirmó la constitución apostólica Sapientia christiana (1979), es un deber fundamental. De acuerdo con ello, ATG pretende contribuir a fundamentar con rigor los nuevos paradigmas de pensamiento y la calidad de la investigación científica específica de los estudios teológicos a la altura de la misión vivida con riesgo y fidelidad en la frontera (Veritatis Gaudium, nn. 4 y 5 y Sapientia christiana, proemio III).