Ecos de opinión "Por la regeneración democrática de la vida pública española"

OPINIÓN
Los jesuitas por la regeneración democrática
Autor: Fernando González Urbaneja 
Publicado el 11-07-2013
Es como volver a otros tiempos, los de los “abajo firmantes”, en el trance de la transición, cuando menudeaban declaraciones, tomas de posición, colectivos que denunciaban y proponían reformas sociales y reivindicaban la nueva política, frente a la agotada del viejo régimen.
Se suceden ahora iniciativas ciudadanas, más o menos articuladas, que reclaman nueva política y que denuncian el agotamiento del actual modelo y, en algunos casos de la propia Constitución. Aparecen “círculos de opinión, foros de debate, manifiestos, ensayos críticos…” todos ellos con preguntas básicas sobre la convivencia y el futuro de España.
Entre los últimos el de las universidades jesuitas, una docena de instituciones docentes, algunas de la importancia de Deusto, ESADE, ICADE, IQS… que difundieron ayer una declaración: “Por la regeneración democrática de la vida pública en España”. El propio enunciado del documento resume mejor que nada su contenido. Cuando se alude en titular a la REGENERACIÓN es por la existencia de algo enfermo que requiere cura, incluso urgente. Y el objeto a regenerar no es otro que la VIDA PÚBLICA.
El documento es cautelo, prudente, quizá demasiado largo y con enunciados genéricos, pero no por ello pierde valor, todo lo contrario. Lo que indica es estado de emergencia, y requerimiento de “política digna al servicio del bien común”. La crisis económica ha llevado a muchos a la desesperanza, pero las “irregularidades y los escándalos” agravan la situación.
El documento reclama “rehabilitar la política” y propone: Primero: “Urge una separación de poderes públicos más afectiva y real, (evitando) “la politización partidista o corporativa de la judicatura, renunciar a las cuotas…”. Segundo, “compromiso para una mayor trasparencia… y buena práctica de control y rendición de cuentas”. Tercero: “Que imperen criterios de claridad y transparencia en la financiación de los partidos… una reforma electoral que refuerce la participación ciudadana, reduzca el poder del aparato y confiera mayor protagonismo a la vida parlamentaría”. Cuarto: “… una Constitución abierta a las reformas necesarias, para recuperar consensos prácticos que garanticen cohesión y solidaridad”. Quinto: “una Administración Pública de calidad y trasparente. Garantizar los principios de mérito y capacidad en el empleo público”. Sexto: “un sistema fiscal con equidad sin incentivos a la opacidad o la evasión”. Séptimo: “Ejercicio responsable de las libertades de expresión e información… un sistema de autocontrol para la buena práctica de los medios”.
Las propuestas no son novedosas, pero constituyen el núcleo de una regeneración efectiva de la vida pública. Que la declaración se haga como “universidades jesuitas” trasciende la propia organización religiosa al implicar también a la comunidad académica; pero sobre todo indica que ante el desastre de la vida política hay respuesta social y exigencia de responsabilidades.
¿Están los grandes partidos que gobiernan para dedicar un rato a esta declaración? Sospecho que no, habrá que empujar.
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Artículo impreso de: Republica.com: http://www.republica.com
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