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La Biblioteca de la Facultad de Teología de Granada fue fundada en 1894 al mismo tiempo que el “Colegio-Noviciado del Sagrado Corazón”, de los HH. Jesuitas de la Compañía de Jesús, ubicado en lo que actualmente se conoce como “Colegio Máximo de Cartuja”. Sus primeros fondos de Ciencias religiosas, de Literaturas clásicas y modernas, de Lenguas, Historia y Piedad llegaron del “Colegio-Noviciado de la Provincia de Toledo”, y del “Noviciado de San Jerónimo de Murcia”. Poco después se hicieron en Roma otras adquisiciones sobre todo de buenas obras antiguas que incrementaron el fondo de dicha Biblioteca.

   En 1923 se llevo a cabo una primera reorganización general de este fondo que implicó la confección de un nuevo Catálogo de materias, dirigida por el eminente bibliófilo y bibliotecario P. Mariano Lecina.

   Algo más adelante, en 1924, el “Colegio-Noviciado” adquiere el rango de “Colegio Máximo de la Provincia de Andalucía” o Universidad de la Compañía , y se adquirieron fondos de Filosofía y de Ciencias físico-naturales.

   Este gran esfuerzo cultural se deshizo con la llegada de la segunda República española en 1931. En Granada, gracias a la colaboración de amigos de la Compañía, fue posible poner a tiempo a buen recaudo lo más valioso e importante de la Biblioteca; pero fueron fatales la desorganización, la dispersión y el abandono sufridos por ella. Durante este periodo, gracias al clima seco de Granada no padecieron providencialmente de la humedad los importantes libros que se habían sacado del Colegio Máximo, instalados la mayor parte de las veces en locales poco adecuados.
Eso sí, se perdieron no poco volúmenes y, lo que es peor, de bastantes obras se perdieron tomos. Pudo salvarse el grueso de la biblioteca, pero se interrumpieron las suscripciones a Revistas, sobre todo las científicas, éste fue el mayor daño que causó la persecución religiosa.

  
   En el verano de 19
39, el Colegio Máximo se devuelve a la Compañía, y se comenzó inmediatamente la reinstalación y reorganización de la Biblioteca. Muy poco después dicho Colegio quedó erigido y reconocido por la Santa Sede como Facultad de Teología (3-12-1939). Durante todo el año 1940 y siguientes, en la Biblioteca se siguen acopiando nuevas adquisiciones de obras y fuentes teológicas muy especializadas, el objetivo era llegar a reunir un espléndido y altamente especializado conjunto de obras de Teología. Durante esta etapa se da privilegio a la adquisición de fuentes y obras de investigación en sus lenguas originales (antiguas o modernas), posponiendo en cambio las de divulgación y las traducciones.

   De 1967 a 1974 afectan novedades a la Biblioteca de carácter organizativo y estructural, que a su vez arrastraron otras de orden cuantitativo y cualitativo. Desde el verano de 1967 se va dejando el Colegio Máximo de Cartuja para el uso exclusivo de la “Facultad” y de la recién creada “Residencia de Profesores”. Por ello la mayor parte de los fondos de la Biblioteca de los Teólogos jesuitas se quedaron en depósito en ese edificio, y algunos años más tarde, pasaron a engrosar la Biblioteca de la Facultad. Se establece un limitado presupuesto adicional, para la compra de libros y publicaciones, se crea la llamada “Biblioteca de Alumnos” y se ingresan nuevos e importantes fondos bibliográficos procedentes de otras comunidades de la Provincia jesuítica de Andalucía (muchos de ellos eran obras antiguas de gran valor y otros comenzaban a tener un gran interés histórico y testimonial). Todo esto, no sólo tuvo como resultado un notable acrecentamiento cuantitativo de la Biblioteca, sino que aportó además otras novedades cualitativas: creció bastante el fondo antiguo y de revistas, y se enriqueció el valor científico de la Biblioteca.

   En el verano de 1974 la Facultad inauguró su nueva sede y la Biblioteca pasó a ocupar todo un edificio exento de seis plantas, que pone de relieve su importancia y su autonomía. Se trasladaron al nuevo edificio unos 150.000 volúmenes que se reordenaron y catalogaron según la Clasificación Decimal Universal, tarea que implicaba además la de ordenación de todos los nuevos fondos, ya para incorporarlos  de forma normal a la Biblioteca, ya para constituir el llamado “Fondo antiguo”, ya para destinarlos a intercambios clasificándolos como “repetidos”. Sobre las revistas se tomó la decisión de colocarlas todas juntas, ordenadas alfabéticamente; sólo las de bibliografía se colocaron aparte, también juntas.

   Los años que siguieron al traslado fueron años de un notable crecimiento de los fondos de la Biblioteca, debido en primer lugar a la prosecución de la política de trasladar a la Facultad otros fondos de la Provincia y en segundo lugar, a la iniciación de dos nuevas políticas: la de adquirir o completar algunas importantes revistas antiguas de las que carecíamos o que teníamos incompletas, y la de acrecentar el número de revistas recibidas.

   El ritmo de crecimiento que todo esto trajo consigo hizo que, tan sólo una década después de la inauguración de la nueva sede, se comenzase a notar de nuevo el agobio de espacio, y se decidió construir un nuevo edificio para ampliar la Biblioteca, al que, una vez inugurado en 1991, se le denominó familiarmente “La Hija”; con él se duplicó la capacidad de depósito de la Biblioteca.

   En 1991 se inicia una nueva catalogación informatizada del “Fondo antiguo” (libros anteriores a 1800) con vistas a la elaboración del “Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Español”, según directrices de la Biblioteca Nacional.

  

A partir el año 2001 se comienza el proceso de informatización de los libros y revistas posteriores a 1800 a través del Sistema Integrado de Gestión Bibliotecaria ABSYS.

Bibliografía

* GARCÍA GÓMEZ, Matías. “La Facultad de Teología de Granada y la Universidad”. Granada : Editorial Universidad de Granada, 2005. 281 p.

* “Cartuja : cincuentenario 1894-1944”. Cádiz : Talleres Escelicer, 1945. 143 p.


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